CELEBRACIÓN | Día Mundial de la Salud
Por una vejez activa
* En
2017, la población mayor de 65 años superará a la de menores de cinco
* El
envejecimiento de la población exige un cambio de actitud frente a ella
Cristina
de Martos | Madrid . Actualizado
sábado 07/04/2012
El mayor riesgo para la
salud más allá de los 60 son las enfermedades no transmisibles. Infartos,
ictus, cáncer, diabetes son las principales causas de muerte y enfermedad en
las últimas décadas de la vida pero tienen la ventaja de que, frente a otras
patologías, el riesgo de sufrirlas se puede minimizar teniendo unos hábitos
saludables. Por eso el Día Mundial de la Salud está dedicado este año a la
vejez sana.
Dentro de cinco años, por
primera vez en la historia, la población mundial de mayores de 65 años
superará a la de menores de cinco. El mundo envejece "y los países
necesitan adaptarse a este cambio de forma positiva e inclusiva", señala
un editorial de 'The Lancet'. Esta nueva visión de la vejez, pasa por dejar atrás
el matiz de carga social y económica que acompaña a los mayores.
La salud es un
caballo de batalla crucial para reducir los costes asociados con el
envejecimiento, una de las grandes preocupaciones de las autoridades sanitarias
internacionales. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado una serie
de recomendaciones a los países para que fomenten el
envejecimiento activo y sano.
Algunas de
estas intervenciones deben empezar mucho antes de alcanzar la edad de
jubilación ya que "los estilos de vida saludables al inicio de la vida
son clave para tener una vejez sana y activa", señala John Beard,
director del Departamento de Envejecimiento de la OMS. Hacer ejercicio, tener
una dieta sana y evitar las drogas, el tabaco y el alcohol son medidas
sencillas que reducen el riesgo de sufrir muchas enfermedades que se manifiestan,
sobre todo, en la última etapa de la vida.
Junto con la prevención, el
diagnóstico precoz y una asistencia de calidad contribuyen también a reducir el
gasto sanitario asociado con la vejez. Sin embargo, "el fracaso de los
gobiernos y las agencias internacionales a la hora de priorizar estos
tratamientos baratos y efectivos son una oportunidad perdida para reducir la
mortalidad, la enfermedad y la discapacidad en una escala sin
precedentes", denuncia una carta publicada en 'The Lancet'.
Esta situación no atañe sólo a los países ricos,
donde las pirámides de población llevan años invirtiéndose, sino también a los
que están en desarrollo ya que, en 2050, el 80% de los mayores de 60 años del
mundo residirá en ellos. Hoy en día, "las personas que viven en países de
ingresos medios y bajos tienen un riesgo cuatro veces superior de fallecer o
sufrir secuelas a consecuencia de las enfermedades no trasmisibles",
ha advertido Margaret Chan, directora de la OMS.
"Si no combatimos los paradigmas normativos
existentes y las las actitudes sociales que los apuntalan, el envejecimiento de
la población nos llevará en efecto a una crisis en la provisión de servicios
sanitarios y de bienestar", concluyen los autores de la carta. "Este
es un reto político abierto. Responder de forma positivia beneficiará a las
personas de todas las edades y sociedades".
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