viernes, 10 de enero de 2014

BEBER SIN SED, ES ENVEJECER SABIAMENTE



La hidratación mejora el ánimo y la función cognitiva de los mayores.

Los mayores beben poco, mucho menos de lo que su organismo precisa. La sensación de sed es un mecanismo que apenas les funciona. Sufrir deshidratación no solo les causa importantes daños físicos, también afecta a la función cognitiva y, lo que es más novedoso, a su estado de ánimo

EFE/Michael ReyndsEFE/Michael Reynds
Un estudio presentado en el I Congreso Internacional de Hidratación, organizado por Coca-Cola recientemente en Madrid, ha constatado que los ancianos con mayor nivel de deshidratación presentaban peor estado de ánimo y depresión.
Esta investigación -realizada por los departamentos de Nutrición y Análisis Químicos de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense y la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Alfonso X, de Madrid- tomó como muestra a 176 personas de 65 a 90 años de una residencia de mayores de la capital española.
Mediante un método de control de la ingesta de líquido durante varios días y un test de depresión geriátrica se concluyó que los ancianos con un niveles bajos de hidratación sufrían peor estado de ánimo (un 43,7 por ciento tenían depresión) que aquellos que consumían mayores dosis de líquido que, además, presentan mejores funciones cognitivas.
La catedrática de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, Rosa Ortega-Anta, una de las coordinadoras del estudio, explica la importancia de la hidratación en el cuerpo humano ya que todos los procesos orgánicos se producen en el medio acuoso, incluido el funcionamiento del sistema nervioso.
“Pero el mayor es vulnerable, es un individuo que ha ido perdiendo líquido. El anciano tiene menos agua que el adulto y el adulto que el niño”, señala la catedrática. El agua es el principal nutriente del cuerpo humano y está presente en un 60% del peso, un 80% en los recién nacidos.

Cuidado con la deshidratación leve

La hidratación mejora el estado de ánimo y cognitivo de los mayores
EFE/Domenech Castelló
Los problemas físicos no empiezan con una falta de líquido elevada (a partir del 8/10% hay riesgo de muerte) , sino que la deshidratación ligera (1/2%) ya puede afectar al rendimiento, a la memoria, a la coordinación motora y provocar fatiga.
Esto es más peligroso si el que sufre esa deshidratación leve es un anciano que no pone remedio.
Si el mayor no bebe regularmente puede alterar todos sus procesos fisiológicos, desde el sistema circulatorio, vascular, el cerebro, los riñones…
Una deshidratación ligera, que puede pasar desapercibida, es capaz de alterar la función cognitiva provocando incluso riesgo de sufrir accidentes con consecuencias nefastas para una persona mayor.
“Necesitan estar bien hidratados para estar bien despiertos”, resalta Rosa Ortega-Anta.

¿Por qué los mayores beben poco?

Otros estudios reflejan que el anciano que vive en residencias ingiere menos líquido que el que está en casa, “que ya de por sí bebe poco”, apunta la catedrática.
Hay factores que influyen en la menor ingesta de líquido como el hecho de no sentir la sed. “A los ancianos se les atrofia el centro de la sed, al igual que se les atrofia, por ejemplo, las papilas gustativas”, explica la jefe del Servicio de Endocrinología de la Fundación Jiménez Díaz, Pilar Riobó.
la hidratación mejora el estado de ánimo y cognitivo de los mayores
EFE/J.C.Hidalgo
Este trastorno se conoce como hipodipsia y suele estar relacionado con una disminución de la neurona u osmorreceptor de la sed en el hipotálamo. Es un mecanismo que incluso no funciona del todo bien en adultos, a veces cuando sentimos sed ya estamos algo deshidratados.
“Los ancianos presumen de que no necesitan beber y sí lo necesitan, hay que estar encima de ellos ofreciéndoles líquido regularmente”, señala Pilar Riobó, quien indica que la sequedad de la piel y los ojos hundidos son síntomas físicos de deshidratación, así como el color oscuro de la orina.
Pero también influye en el anciano el miedo a la incontinencia urinaria, el temor a levantarse de noche al servicio y sentir molestias o dolores. “Cuanto más mayor, más problema con el líquido por miedo a tener que moverse”, señala la catedrática Rosa Ortega.
La disfagia o problema para tragar es otro aspecto que les disuade a la hora de beber. Tienen miedo a atragantarse. En muchas ocasiones les resulta más complicado tragar líquidos que semilíquidos, como purés o yogures.
Los especialistas recomiendan estar más pendientes de que los ancianos consuman las dosis recomendadas (las mismas que para un adulto, 2 litros las mujeres y 2,5 litros los hombres tanto de agua como sopas, consomés, leche o infusiones) que esperar a que tengan sed y lo pidan porque es posible que pasen horas y no sientan la necesidad de beber.

http://www.efesalud.com/noticias/la-hidratacion-mejora-el-animo-y-la-funcion-cognitiva-de-los-mayores/

martes, 7 de enero de 2014

CUIDAR...... ESENCIA DE LA ENFERMERIA


Reflexiones de una enfermera sobre como cuidar desde el Modelo de Atención Centrado en la Persona

 
diciembre 30, 2013
Cuidar…, esencia de la enfermería.
Cuando hablamos de cuidar, las enfermeras lo hacemos con una visión holística de la persona, garantizando el bienestar físico, psíquico y social del individuo, la familia y la comunidad. Y esto lo hacemos no solo con el manejo y conocimiento de técnicas y planes de cuidados en la curación, promoción y prevención de la salud, en lo que somos diestras, sino también ayudando al otro a crecer y a realizarse, a afrontar las dificultades propias de la vida de forma capaz y comprometida desde diferentes marcos teóricos que nos orientan en esta tarea.
 
Si hablamos del modelo de atención centrado en la persona mayor, desde enfermería hablamos de esto, de promover mejoras en el ámbito de la salud que influyan sobre la calidad de vida y el bienestar de la persona, respetando en todo momento sus derechos, dignidad, intereses y preferencias y haciéndole participe y persona activa en la planificación y ejecución de sus cuidados, no solo con la finalidad de curar en la enfermedad, sino también con la idea de promover buenos hábitos y estilos de vida así como en la prevención de enfermedades y/o complicaciones en aquellas personas con enfermedades crónicas.
Una herramienta muy valiosa que nos aporta este modelo es así mismo, el mayor conocimiento de las personas, ya que solo conociéndolas bien podemos entender que es para ellas estar y sentirse bien cuidadas y de esta manera podemos hacerlo desde su percepción de la salud y desde los propios intereses de la persona atendida, garantizando así mismo unos cuidados de calidad en todas las dimensiones de la persona.
Pero esto no se queda ahí, ya que la intervención de enfermería va más allá, porque la enfermera es la proveedora de formación e información a las personas que cuidan, tanto a los cuidadores informales, como a los profesionales de atención directa que atienden a las personas en unidades o centros residenciales de todos aquellos aspectos encaminados a favorecer un estado optimo de salud, bienestar y calidad de vida de las personas cuidadas, así como de las suyas propias, ya que es muy difícil cuidar con criterios de calidad si uno no sabe cuidarse a si mismo.
Por otro lado, cuando nos hablan del modelo, se pueden generar desconfianza por parte de algunos profesionales de las salud que entienden que se pueden correr riesgos por respetar las decisiones de las propias personas o dejar en manos de los cuidadores de atención directa algunas decisiones que entienden como propias, y nada más lejos de la realidad. Es aquí donde el profesional enfermero puede desarrollar una amplia labor como docente y formador para una adecuada provisión de cuidados, explicando muy bien donde están los límites y desarrollando al máximo las capacidades para el cuidado y el auto cuidado de las personas que atienden y que son atendidas.
El profesional de enfermería debe por tanto mantener una actitud crítica y reflexiva frente a la realidad de las personas y sus derechos, garantizando así la aplicación de cuidados con calidad y sensibilidad, ayudando a generar, junto al resto del equipo multidisciplinar que participa en la atención, (cuidadores, psicólogos, psicólogos, terapeutas ocupacionales.), el impacto necesario para generar el cambio en el modelo de cuidado a las personas mayores, ya que todos somos herramientas indispensables centros de este modelo.
“Para curar hay que conocer la enfermedad, para cuidar hay que conocer a la persona” (Nájera)
Nerea Suárez Pérez de Eulate. Enfermera.
Directora del Centro Argixao